En las redes sociales es muy común encontrar páginas que promueven una variedad impensable de dos posturas básicas: por un lado los individualistas libertarios que defienden el libre mercado, la privatización de todo lo que pueda ser privatizado, o de forma sencilla el tan (tristemente) famoso laissez-faire del "amable" capitalismo. Así encontramos distintos nombres de calificativos cuya postura es esta misma: liberalistas, capitalistas, neoliberales, objetivistas, libertarios, anarco-capitalistas, etc. Mientras que por el otro extremo están aquellos que, con más de una justa razón, son llamados mamertos. Es decir aquellos que se dicen ser pro comunistas, socialistas, utopistas, anti-establishment, anti-oligarcas, conspiracionistas, etc.
No todos los calificativos en los que se puede encerrar a una postura específica pueden ser sinónimos (por ejemplo, hay mucha diferencia entre un libertario y un objetivista, aunque no tanto entre un libertario y un liberalista), de modo que centrémonos en las dos posturas principales que se debaten la forma de gobierno, las libertades individuales y los fenómenos económicos: el libertarismo y el (tal vez injustamente llamado por mi) mamertismo.
Como sabrán, no soy un experto en política, economía política o filosofía política, de modo que trataré de ser lo más mesurado que pueda, tratando de exponer en breve lo que considero los principales fallos de ambas ideas, mostrando cuan corrosivas pueden llegar a ser. Como ser humano que no conoce de forma amplia sobre el umbral de la materia política y económica, no puedo asegurar pertenecer a ningún tipo de ideología o doctrina filosófica sobre este asunto. Si acaso, me declaro escéptico político, con mucho interés en el tema, pero que se encuentra dispuesto analizar las afirmaciones que cualquier postura o doctrina política puede llegar hacer. Si bien, congenio con los ideales de izquierda ya expresados desde la Ilustración, y también sueño con ver un movimiento revolucionario racional, también trato de apegarme lo más que puedo al mundo real y a partir de este, ejercer juicios sobre temas tan llenos de retórica y ambigüedad como lo son la política y la economía. Pero veamos por qué no me considero ni libertario ni mamerto, y por qué pienso que nadie que sea capaz de pensar debería denominarse libertario o mamerto (aunque nunca he escuchado o leído a un mamerto autonombrarse como tal).
El mamertismo lo podríamos definir como esa combinación de ignorancia y deseo de cambio que muchos ciudadanos tienen dentro de sí. Así mientras un mamerto es capaz de defender sinsentidos como el socialismo científico, el comunismo, la nueva revolución armada contra quién sabe qué y con quién sabe qué finalidad, es capaz también de sostener una ideología anti-sistema, anti-científica y tecnofóbica, capaz de lanzar ataques contra lo que desconoce, como los alimentos transgénicos, las reformas políticas, los fármacos, las vacunas, los celulares, etc, basado en creencias obsoletas, supersticiones, chismes de redes sociales y el primitivo deseo de atacar y destruir todo aquello que desconoce, pero que como es propuesto por aquellos que no congenian con su ideología, entonces debe ser malo.
Desde las redes sociales es posible encontrar una variedad al gusto de ideas mamertas. Entre las más chistosas que llegué a encontrar, estaban aquellas que hablaban sobre un supuesto fraude electoral en las elecciones del año pasado, que si el Peje decía que era momento de levantarse en armas lo obedecerían como todo un líder revolucionario al estilo Zapata o Villa; también me reí bastante cuando me encontré con "el plan" de hacer que varios estados de la república mexicana se independizaran y se volvieran países autónomos, si no obtenían la renuncia firmada del actual presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Los mamertos pues, vienen a ser una clase de culto dogmático en el que todo se explica por la manipulación, los intereses malvados del gobierno y de empresarios, y de que "solo el pueblo puede salvar al pueblo." Mientras algunas de estas creencias resultan chistosas, otras pueden ser hasta perjudiciales. Movimientos anti-vacunación, grupos anti-transgénicos, grupos altamente violentos como lo mostraron muchos manifestantes del infame #YoSoy132, hacen ver el fanatismo religioso de este tipo de organizaciones, alentadas a su vez por el mesianismo y las campañas mediáticas de partidos y personajes políticos que se creen mesías (ejem, ejem, Peje, ejem, ejem). Si tu eres de los que piensan y apoyan todo lo ya descrito, siento decirte que eres un mamerto puro y duro.
Por otra parte, los libertarios miran con burla a los grupos mamertos, y en varias ocasiones suelen aprovecharse de ser "racionalistas" para desde ahí ofrecer su nociva visión de la sociedad en la que el estado sea casi (o completamente) nulo en las decisiones económicas, de salud, de enseñanza, de energía, entre otras.
Aunque el concepto libertarismo (o libertarianismo) no siempre se refiere a lo mismo, y es un concepto bastante usual en la política estadounidense, entenderemos por este a la filosofía política que defiende a capa y espada el afamado "laissez faire" del capitalismo para básicamente todo. O sea, es la idea de anti-gobierno que asegura que la solución a la mayoría y los más grandes problemas públicos se encontraría en el capitalismo de libre mercado y su aplicación mayoritaria o total en la sociedad.
Sus bases filosóficas, el individualismo y el liberalismo, excluyen de la moral variados puntos que muchos consideran obvios dentro de un conjunto de normas morales para una sociedad, tales como el altruismo (el cual es visto como un acto válido, pero no es necesario para decir que se tiene moral), los servicios públicos no privados (como la educación y la salud públicas), la ética ambiental (el daño ecológico es solo un "pequeño" efecto secundario de hacer negocios), etc. En su lugar, se exalta el egoísmo ético (llamado en ocasiones "egoísmo racional"), la "libre competencia", el "valor" de la propiedad privada y la privatización como recurso para la salvación de la economía, así como ideas supersticiosas y pseudocientíficas como la mano invisible de los mercados(descrita por Adam Smith), el derecho natural, la incapacidad de comprender que el individuo no es solamente él solo y sus "proezas", sino que vive en una sociedad y un momento histórico determinados, las cuales también determinan ciertos factores para llegar al lugar en el que el individuo se encuentra; el darwinismo social (no todos aceptan esto); y la idea de que el capitalismo es un sistema que surge de forma natural (incluso creando nuevas pseudociencias como la "evonomía" o economía evolutiva), que es además un sistema moral.
Los libertarios, con demasiada frecuencia, coinciden también con los desvaríos de otras doctrinas como el objetivismo de la pseudofilósofa Ayn Rand, y el oximoron del anarco-capitalismo. En otras ocasiones, se declaran adeptos de las tres posturas.
Las ideas paranoicas del mundo mamerto (o lo que algunos llaman la izquierda supersticiosa), y la visión economicista-capitalista del libertarismo, hacen que en lo personal me asquee toda idea, doctrina o plan de solución al problema social X, que esté basado en una o en otra postura.
Desde luego que hablar de los puntos principales de cada postura necesita más que solo un artículo, por lo que trataré de escribir algunas cosas más para hacer enojar mamertos y libertarios por igual, en el futuro cercano...
En resumen:
El mamertismo político se puede definir como la postura o ideología que combina la ignorancia, la superstición, la conspiranoia, el activismo socialista, doctrinas obsoletas y erróneas como el comunismo, el mesianismo, la anti-ciencia y la tecnofobia, y a partir de esta, asegurar que se puede cambiar el mundo por una utopía confusa. Por otro lado, el libertarismo es una postura anti-gobierno que defiende que el capitalismo es un sistema justo, moral y que surge de forma natural; asegura que muchos (si no es que todos los) problemas sociales podrían hallar solución si tan solo se aplicara el nocivo "laissez faire" capitalista.